Los logotipos están en todas partes. Están integrados en nuestra cultura y estilo de vida, influyen en nuestras decisiones, comunican y representan los valores de las empresas, estando muchas veces llenos de significados.

El logotipo de una empresa es un elemento fundamental de la imagen corporativa: es la representación gráfica de la identidad de una marca. En otras palabras, es la imagen de referencia que permite identificar una marca particular en cualquier lugar.

Un buen logo: 

Un diseño de logos de empresas no necesita tener significados implícitos. De hecho, el foco debe estar en la identificación. Cualquier significado o asociación surgirá con el tiempo, a través de la interacción con la marca. Un nuevo logotipo es una “caja vacía”, sin significado, aunque se le asocie intencionalmente. Con el paso del tiempo, la semiótica será añadida a través del uso continuado del marketing y las interacciones que los consumidores y consumidoras tengan con la marca. 

Por ejemplo, cuando alguien ve un logotipo que ya había visto anteriormente, lo asocia inmediatamente con sus memorias, experiencias e interacciones previas con la marca, estableciendo un reconocimiento instantáneo de la misma. En suma, un diseño del logotipo bien ejecutado va a ser memorable, ayudando a que la clientela se acuerde de la marca.

Desde el primer día construímos una biblioteca visual en nuestras mentes y comenzamos a asociar tipos de letras, formas y colores con emociones e ideas específicas. Con solo visualizar un logotipo, nos guste o no, inmediatamente hacemos juicios de valor, percibiendo un negocio, producto o servicio de una cierta manera. 

De hecho, si un cierto logo (y su respectiva identidad de marca) está relacionado con el tipo de empresa, producto o servicio que estamos buscando y queremos tener algún tipo de relación, vamos a interactuar proactivamente con la empresa y comprar sus productos y servicios.

Con tantas empresas y opciones en el mundo, una marca tiene pocas oportunidades de impresionar y atraer clientes y clientas. Por eso, si aspectos como el diseño web del logotipo falla, todo el proceso puede verse comprometido. Hay que cuidar la aplicación y existencia de la marca en todos los contextos, usos y formatos, desde su aplicación en el producto a su colocación en el sitio web oficial.

A pesar de que el primer objetivo de los logotipos es la identificación de la marca, también pueden ser utilizados para comunicar mensajes y valores importantes. Por ejemplo, si se trata de una marca ecológica o si es próxima con su clientela.

Los logotipos son también una característica única del negocio (o, por lo menos, deben percibirse como tal). Y esto sucede porque un logotipo con un diseño de calidad puede comunicar cualquier cosa, desde el principal valor de la empresa a su misión corporativa.

A medida que una marca crece, su logotipo acaba siendo más familiar para un gran número de personas, creando la percepción de que se trata de una marca de confianza y aumentando el llamado customer lifetime value (LTV), es decir, haciendo que se busque frecuentemente a la empresa. En estos casos, la primera cosa en la que se piensa es en el logotipo.

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